P. WENCESLAU SZUNIEWICZ,
C.M.
1892 -1963
ORAÇÃO AO PADRE DOUTOR:
Querido Deus, que abençoa e unge seus eleitos, que os consagra e os envia
à missão, nós te suplicamos humildemente
em favor do nosso querido Padre Wenceslau, médico do corpo e da alma,
para que se manifestem em nós as graças de sua intimidade com
o céu e que ele seja elevado à glória dos altares,
para que possamos venerá-lo como merece e, por sua intercessão,
possamos servir melhor a Deus e à Igreja, como ele fez em vida.
Por Cristo e Senhor Nosso, Amém.
El profesor Edward Wylengala, oftalmólogo, se encontró en un
Congreso con un médico chino de Shangai que tenía interés
por conocer más sobre el P. Wenceslau, sobre sus estudios y su vida en
Polonia. El Dr. Edward se contactó con el Hospital de Xingai y recibió
una invitación para dictar una serie de conferencias. Al llegar, le causó
honda impresión el Hospital con 500 camas para enfermos de los ojos y
más de 300 para otras enfermedades. Pero lo que encontró más
interesante fue el Museo del Hospital, que contenía fotografías
de sus actividades y equipos oftalmológicos. El P. Wenceslau es recordado
como el primer Director. Frente al Hospital se encuentra un monumento del padre-médico,
eminente oftalmólogo e investigador. Curaba y Evangelizaba. Los propios
comunistas reconocen sus grandes méritos.
Algunos datos biográficos
Su biografía es realmente fuera de serie. Procedía de una numerosa
familia conformada por Romualdo Szuniewicz y Paulina Cybulska y siete hijos,
tres de los cuales fallecieron a tierna edad, sobreviviendo Wenceslau y tres
hermanas, con las cuales mantuvo permanente correspondencia, llamándolas
queridas hermanitas. Nació en Glenbokie, diócesis de Wilno, perteneciente
en aquella época a Rusia y hoy a Bielorusia. Sus padres le dieron una
excelente educación. Concluyó sus estudios en Smolensk, donde
se había mudado su familia. Anduvo indeciso entre ser sacerdote o médico;
recorría los bosques contemplando la naturaleza y buscando tomar una
decisión. Habiéndola tomado, dijo a sus padres: "pedí
consejo a Dios y a la naturaleza y he decidido ser médico de cuerpos
que de alma". Se dirigió entonces a Moscú junto con su padre
y se matriculó en la Facultad de Medicina, llegando a ser doctor en 1916.
Se transfirió por un tiempo para Alma Ata. Como era el tiempo de la 1ª.
Guerra Mundial, fue llamado para el servicio militar y sirvió en el frente
de Minsk, luego en Tul y Voronec, dedicándose a los soldados heridos
de los hospitales militares. Tratando a los enfermos de tifus, contrajo la misma
enfermedad y durante 22 días estuvo entre la vida y la muerte, desahuciado
por los médicos. Solamente sus hermanas creían que se recuperaría.
Así fue. Por milagro volvió a la vida. Al dejar el hospital fue
directamente a la Iglesia y se confesó, consciente de que su recuperación
se debía al Altísimo -recuerda su hermana Constancia-. Años
después, él mismo escribió: "eso fue una resurrección".
Terminada la guerra, decidió dejar Rusia. En todas partes el Dr. Wenceslau
siempre se presentaba como ciudadano polaco y por eso no tuvo dificultad de
conseguir el derecho de regresar a su Patria. Escogió Wilno como residencia,
donde trabajó en los hospitales y dictó clases en la Universidad
Stefan Batory, en el Departamento de Pediatría y oftalmología.
Fundó la Guardería "Gota de Leche" para los niños
huérfanos. No tenía tiempo para amoríos, pues todo su amor
era para los dolientes, enfermos y ancianos. Según su hermana Constancia,
casi llega a casarse por compasión con una tuberculosa.
Su vocación misionera
El Dr. Wenceslau con 16 años de profesión gozaba de mucha consideración
y respeto como buen médico y eximio organizador, pero Dios lo encontró
en medio de sus actividades. Un día el Dr. Szuniewicz fue llamado para
atender a un enfermo en la Casa de los Padres de la Misión en Gora Zbawiciela
- Wilno. Después de haber realizado varias visitas, quedó impresionado
por la acogida y el ambiente fraterno y decidió hacerse uno de ellos.
¡Oyó la voz de Dios! Otro hecho que influyó en su decisión
fue la admiración que tenía por el trabajo silencioso y cariñoso
para con los enfermos de las Hijas de la Caridad. Habiendo recibido y luego
leído la biografía de San Vicente de Paúl, quedó
gratamente impresionado con la figura extraordinaria del Santo. Habiendo entrado
en contacto con los superiores de Cracóvia y habiendo sido aceptado en
la Congregación de la Misión, se despidió del Hospital
y de la Universidad y viajó para Stradom-Cracóvia. El día
24 de abril de 1927 comenzó su nueva caminata. Después de dos
años de Seminario Interno, pronunció sus votos perpetuos. Prosiguió
los estudios de Teología y fue ordenado de sacerdote el día 8
de septiembre de 1930 por el Obispo Stanislaw Rospond. Durante el tiempo de
sus estudios teológicos escribía artículos en "METEOR"
sobre "La medicina al servicio de las misiones". Después de
sus primicias sacerdotales se comenzó a preparar en Wilno para un largo
viaje misionero: China.
De Wawel a China. ¿Por qué a China?
La Iglesia Católica al final del siglo XIX tuvo una expansión
muy dinámica en aquel país. En 1929 comenzó una misión
polaca con un primer Grupo de Misioneros bajo la dirección de Don Ignacio
Krause, C.M., en Shunteh-Fu, hoy Xing-tai. El P. Wenceslau formó parte
del segundo Grupo. El viaje de Cracovia a París, donde celebró
la Misa en el Altar de las Reliquias de San Vicente de Paúl, y luego
a Marselha y Shangai, duró 40 días en el mar.
Destinado a Shunteh-Fu, después de una semana logró abrir un Ambulatorio
provisorio. En ese mismo lugar promovió un gran Hospital Oftalmológico
con 100 camas. No contento con eso, observando las largas distancias, promovió
otros Puestos o Ambulatorios, 18 en total, a una distancia de 20 y hasta de
70 Kms., a donde se dirigía en bicicleta, acompañado por enfermeros
o estudiantes de medicina. Recibía donativos de Polonia como remedios,
equipos y utensilios apropiados para el tratamiento de las cataratas, etc. Las
Hijas de la Caridad polacas colaboraban con los misioneros en sus actividades
misioneras: hospitales, guarderías, escuelas, etc.
"En los hospitales de la misión la oftalmología se convirtió
en nuestra especialidad. Podemos contar por centenas las cirugías de
cataratas y otras enfermedades más difíciles. Gracias a Dios todo
acontece de manera fácil y con buen suceso" -escribe a sus hermanas.
"Después de las cirugías se llega a conquistar las almas.
Cuando el ojo se abre, se divisa el sol, se alegra viendo las flores y los colores,
se vuelve más fácil alcanzar el espíritu. Dios mueve el
alma y la abre hacia la luz de la Verdad eterna. . Se sirve de nosotros como
instrumentos de su infinita misericordia". "Estoy viendo, queridas
hermanitas, estamos viviendo aquí la plenitud de la vida" -añade.
"¿Qué misionero es ese, dirán, que pasa todo el tiempo
en operaciones -escribe en otra correspondencia-. ¿Qué puedo hacer
cuando los ciegos o semiciegos desean ver? La Providencia conduce el bisturí
ya que esas cirugías son necesarias. Además de eso, es la ocasión
para dirigir unas palabras a las víctimas del bisturí para que
no solamente los ojos sino también el espíritu puedan alcanzar
la visión"!
EL P. Wenceslau no fue un simple oculista. Fue un eminente especialista, precursor
de las operaciones de córnea, que corrige los defectos de la visión.
Actualmente esas cirugías se hacen con rayos laser, èl las hacía
con bisturí quirúrgico, que pedía a sus hermanas enviárselos,
pues éstos deberían ser siempre nuevos. "Para unas 800 cirugías
por año no hay tiempo para afilar" -escribe bromeando.
Preparación de médicos y enfermeros/as
El P. Szuniewicz no se contenta con tratar a los enfermos, piensa al mismo tiempo
en el futuro, prevé la llegada del comunismo, y organiza Cursos para
la Chinos, entrenando a médicos y enfermeras del país en vista
a los acontecimientos venideros. Trabaja sin descanso. Su reputación
sobrepasa los límites de la región. El Delegado Apostólico,
Don Zanin, lo invitó para organizar el Departamento Oftalmológico
de la Universidad Católica y de su Centro Hospitalario (1938) en Pequín.
En 1936, el Hospital de Shunteh recibió la visita del Presidente de la
Universidad Aurora, P. Hermain, S.J., quien luego de esta visita escribió
en el Boletín de la Universidad: "la fama del científico
polaco ha llegado a todas las provincias del norte de China. Pacientes que recorren
centenas de kilómetros llegan para ser tratados por él. Sus procedimientos
quirúrgicos son reconocidos como extraordinarios por todos los especialistas.
También reconocido porque ha formado a 10 doctores que trabajan con él"
Los chinos lo llamaron Suen Wei Jen o en otro lugar Xuan-Weiner, que significa
hombre con barba de plata, debido al color de sus cabellos blancos. Eso era
un título honorífico, de respeto para con el doctor. Era sacerdote
y doctor, con la misión, como solía decir, "de tratar el
espíritu invisible y ayudar al pueblo a recuperar la vista y la salud"
Los Chinos lo tenían como "Taumaturgo". Cierto día apareció
en el Hospital un ciego muy pobre que había recorrido a pie dos mis kilómetros.
Su estado era muy delicado debido a como se encontraban las cataratas. El P.
Wenceslau aceptó tratarlo. Antes, él hizo oración postrado
en cruz en la Capilla. En la madrugada celebró una Eucaristía
en la que participó y comulgó todo el personal de la sala de operaciones.
En seguida vino la cirugía. Durante dos semanas se hicieron incesantes
preces ya que el enfermo tenía los ojos infectados. Pasadas las dos semanas,
retiradas las vendas, el pobre ciego alcanzó a ver al "taumaturgo".
Solamente Dios sabe cuántos milagros como este sucedieron.
Amar a todas las personas con todo el ser
El P. Wenceslau pasó 18 años en China. Como él mismo escribe,
no pasó ningún año en paz. Siempre en cualquier parte del
territorio conflictos, guerra civil, guerra sino-japonesa. En 1949 los comunistas
tomaron el poder. Los superiores de la misión decidieron cerrarla y transferirla
a Estados Unidos. El P. Wenceslau con mucho pesar decide viajar. "Me acostumbré
con La China, amé a los chinos, muchos de ellos me trataron como uno
de ellos", escribe desde el barco.
En los Estados Unidos, en New Haven, se encuentra la famosa Universidad de Yale
Una buena oportunidad para comprobar científicamente los datos adquiridos
en La China y realizar nuevas experiencias. En una carta bromea: "voy a
comenzar con los conejos y perros, que no faltan aquí, y tal vez enseño
a estos animales a usar lentes". Sus investigaciones aparecieron solamente
después de su muerte en una publicación oftalmológica.
El Padre Doctor Szuniewicz entró en la historia de la medicina como pionero
de la llamada cirugía de refracción.
Sus experimentos en los Laboratorios de la Universidad y dos manuscritos preparados
para ser publicados, uno en enero de 1952 y el otro en septiembre de 1954, por
razones desconocidas no fueron publicados.
Sin embargo, sus esfuerzos e investigaciones fueron recordados por el Dr. Rocko
Fasanella, M.D., oftalmólogo de New Haven que conoció personalmente
al P. Wenceslau, anexó sus artículos en el libro: Szuniewicz W.
- Fasanella RM. : "Surgery in an attempt to change corneal curvature",
Ophtalmologic Surg., 1981; 12/10: 719-726. El Dr. Fasanella escribe: "El
P. Szuniewicz fue una de las personas más admirables que conocí.
Era un santo en vida. Su conocimiento médico era muy moderno a pesar
de haber estado lejos de las instituciones durante años. Sus estudios
de laboratorio sobre la cirugía de córnea, de 1951, nunca fueron
publicados, sin embargo fueron presentados en disertaciones públicas.
Esos estudios fueron repetidos independientemente en Europa en 1976 y evaluados
100% correctos. Fue un excelente profesor en todos los sentidos"
Según el Dr. Fasanella, "el P. Szuniewicz fue un médico cualificado
con vasta experiencia en oftalmología y un gran investigador en el campo
de la cirugía de córnea". El concepto de la corrección
quirúrgica del astigmatismo de córnea, el P. Szuniewickz probablemente
lo comenzó en Shunteh-Fu, el año de 1946, época en la que
él por espacio de 21 años no tenía acceso a la literatura
oftalmológica. Pensamos que no cabe duda afirmar que sus ideas eran originales,
que se suscitaron independientemente y que sus investigaciones no eran simplemente
la repetición de un trabajo hecho por otros"
En Estados Unidos recibió la propuesta del gobierno americano de hacerse
ciudadano americano, pero él prefirió conservar su ciudadanía
polaca y escogió el Brasil para dedicarse en cuerpo y alma al pueblo
sencillo y necesitado en la Provincia de Curitiba. En una carta a hermana Constancia,
escribe: "la vida de aquí no me satisface. El nivel de vida es muy
alto, unido a lo que va detrás: vida cómoda y alma vacía
"
(5-XII-1951). Dejó los Estados Unidos y el 11 de febrero de 1952 desembarcó
en el Brasil. Trabajó en Mafra con el Dr. Saliba y en la parroquia con
el P. Stefanowicz, también misionero de China. Destinado después
a Irati, parroquia de San Miguel, donde el P. Segismundo Piotrowski era párroco.
Organizó un Ambulatorio Médico en el barrio Río Bonito.
Promovió encuentros y reuniones con los médicos con vistas a un
mejor equipamiento del hospital. Con la colaboración de los mismos, consiguió
dar una mayor y mejor asistencia médica a los pobres y necesitados. Daba
servicio espiritual y orientación a los enfermos, a los enfermeros/as
y médicos. Realizaba cirugías principalmente en su especialidad
de oftalmología. Ideó un movimiento con el nombre de "Asociación
de Padres Cristianos" y la Biblioteca Volante con el fin de estimular la
lectura en el ámbito parroquial.
El P. Wenceslau o Padre Doctor, como era llamado, fue un hombre de una intensa
actividad médico-pastoral y de una incansable dedicación por los
otros, hombre de grandes talentos naturales, desarrollados gracias a su persistencia;
de una rectitud sin precedentes, coronado de una humildad y sencillez verdaderamente
evangélicas y vicentinas. Falleció el día 16 de octubre
de 1963, muy de mañana, de un ataque cardíaco. Hacía poco
tiempo que había escrito: "Llevaremos al otro mundo el bien que
hicimos a los otros y lo que conseguimos en la oración". Como médico
oculista realizaba la operación a los ojos recordando al mismo tiempo
la inmortalidad del alma. De esta manera logró llevar a centenas y miles
de personas a Cristo, el Médico Inmortal.
En La China existe un monumento al P. Wenceslau, en Polonia el profesor Edward
quiere que se levante un Hospital con su nombre para inmortalizarlo.
P. Lourenço Biernaski, C.M.
Traducción: JA. UBILLUS L., C.M.
19-VI-18